La textura
Cierra tus ojos un momento, imagina que tienes en una de tus manos una naranja y en la otra un durazno, con suavidad desliza tus dedos sobre cada fruta. ¿Qué sientes? Con esta experiencia habrás podido notar que la piel en ambas frutas es totalmente diferente; en la naranja es rugosa, áspera; mientras que en el durazno es aterciopelada o cubierta de pelusa.
Al igual que las frutas, todos los objetos presentan diferencias en su aspecto externo.
Observa en los elementos que se muestran, su aspecto externo.
Ese aspecto externo es lo que se conoce como textura, y se aplica a la pintura, escultura y arquitectura; por ello, constituye otro elemento de la expresión plástica. Analizarla y aprender a identificarla en ellas será el propósito de esta lección.
La textura está íntimamente relacionada con el sentido del tacto, pero su apreciación corresponde también a la vista ya que puede percibirse cuando el objeto está iluminado. Dicho en otras palabras no necesitamos tocar una superficie para saber que textura tiene; aprecia en las imágenes las diferentes texturas que presenta la madera.
Tipos de textura
Lo expresado anteriormente nos señala que la textura puede ser táctil y visual, aunque ambas están relacionadas. Volvamos al ejercicio de las frutas, si miras un mango te puedes dar cuenta, sin tocarlo, que su apariencia es lisa, lo cual puedes comprobar al rozarlo con tus manos; en este caso decimos que la textura es táctil, o real porque se pudo apreciar con el tacto para reafirmar la sensación visual.
La textura visual, en cambio, la percibimos únicamente mirándola, no podemos comprobarla con el tacto ya sea porque resulta inaccesible llegar a ella, por ejemplo la vegetación de una montaña, las nubes, etc.; o porque fue elaborada con los demás elementos de la expresión plástica (línea, color, valor) y son presentados en un dibujo, afiche, pintura, fotografía, en una imitación del mármol, madera, etc.
Observa atentamente las imágenes que tienes a tu izquierda. La textura que percibimos es visual por cuanto no podemos reafirmarla con el tacto.
Todo artista utiliza su ingenio para destacar la textura visual en sus obra.
En la pintura, preparan la superficie sobre la que se va a pintar (el soporte) con baños de goma, también lo alisan, pulen o corrugan. A los materiales colorantes (pigmentos) les agregan arena, cemento o aserrín. Utilizan pinceles anchos, gruesos, finos, redondos y cuadrados en algunos casos también usan espátulas y hasta los dedos.
Ejemplo: Si quieren resaltar un camino áspero, mezclan el pigmento con arena y realizan pinceladas cortas y gruesas.
En la escultura realizan tratamientos especiales a las superficies que utilizan mediante el procedimiento de rayado, picado, raspado, etc. destacando con ello aspectos importantes como el cabello, los trajes, la piel, la figura. Al lado tienes la imagen de una escultura griega ejecutada en mármol, detalla como se destaca la textura del pelo y la barba. Cuando tengas la oportunidad de estar frente a una escultura repite esta experiencia.
En la arquitectura incorporan diversos materiales como ladrillo, piedra, mármol, yeso, etc. para revestir una pared o un muro; en los templos religiosos es común el uso del yeso para realizar adornos como flores, tejidos, etc. en las columnas, marcos de las puertas y techos.
La imagen que se presenta corresponde al marco de una puerta de un templo, fíjate en los adornos que presenta (no dejes de observar estos detalles cuando visites uno).
Ten en cuenta al mirar un objeto, una pintura, una escultura, una edificación o cualquier otra superficie, apreciar su textura; el vocabulario usado para describirla es rugosa, áspera, aterciopelada, lisa, suave, dura, blanda, brillante, opaca, agrietada, pulida, transparente, bellosa.